Cuando estás en tu lugar, las cosas resultan sencillas. Pero cuando estamos fuera de lugar, nos centramos más en qué hacer que en desde donde lo hacemos.
Salir del lugar en el que nos sentimos cómodos siempre es un paso grande en nuestro crecimiento. Cuando estamos fuera de lugar, a veces, nos centramos en algo que, en realidad, no tiene tanta importancia.