A veces el conocimiento y la experiencia permiten resolver situaciones sin tener que desmontar y volver a montar muchas cosas.
Es cierto que, en ocasiones, aunque no queramos admitirlo, necesitamos la ayuda de otras personas. No porque sean mejores que nosotros, sino porque gozan de el conocimiento y la experiencia que el tiempo te da. Déjate ayudar, déjate enseñar; quizás te ahorres malas pasadas si te dejas guiar.