A veces, es así. Algo bueno no es bueno. O algo malo no es malo. Ten cuidado con los absolutos.
¿Y si algo que creemos que es bueno, no lo es tanto cómo pensábamos? ¿Y si ocurre lo mismo con las cosas que consideramos malas? Igual, lo que tenemos que hacer, es mirar con un poco de perspectiva y entender que los absolutos no son del todo ciertos.